La cuaresma debe estar impregnada de encuentros frecuentes con El Señor de la Cuaresma: JESUS. Que mejor que buscarlo en la Eucaristía.
¿te imaginas 40 días de Adoración Eucarística?
¡Esa sí que es una cuaresma bien vivida a los pies del Maestro! Escuchando su voz en el silencio del corazón que nos va conduciendo hacia la Cruz.
No se puede vivir la Cruz de cada día mientras no se entiende el porqué de ella, Jesús lo entendía perfectamente, ya que a diario se encontraba con su Padre en la oración; por eso la asumió con amor y nos ganó la redención.
Todos hemos experimentado el dolor en algún momento de nuestra vida, tal vez nunca se entendió por qué debió de ser así, y nos marcó de manera negativa ese momento de cruz que no se supo vivir. Hoy Dios, una vez más, nos da la oportunidad en esta cuaresma de reflexionar sobre el pasado y/o presente para perdonarlo, dar perdón y perdonarnos. ¿No crees que ha llegado el tiempo de sanar?
Jesús, nuestro amigo, nuestro hermano, nos espera en el Santísimo Sacramento para adorarle en comunidad de martes a domingo a las 19 hs en la parroquia (antes de la misa) ó visitarlo en la capilla de adoración perpetua todos los días de 8 a 22 hs; para sanar las heridas y empezar de nuevo, resucitando con El.
Después de estar cuarenta días en Adoración Eucarística y entender el dolor de tu cruz, tendrá sentido acompañar a Jesús con el corazón en cada uno de los oficios de Semana Santa. ¡Atrévete a vivir de una manera diferente la verdadera cuaresma!