Para preparar esta Navidad, no te pierdas el Pesebre Viviente
Sábado 21 de diciembre a partir de las 21hs en el predio de la parroquia.
Origen de los pesebres.
En el siglo XIII, San Francisco de Asís y sus discípulos propagaron la práctica de los “belenes” en templos y casas.
De esta forma, para la Navidad de 1223 el santo realizó una representación viviente del Nacimiento de Jesús. Para ello preparó un establo e invitó a las personas del pueblo a hacer una representación real con pesebre y animales de verdad.
A esta actividad le llamó ‘crèche’, que significa ‘cuna’ en francés, y fue vista por hombres, mujeres y niños que se acercaron a ver la bellísima obra con sus antorchas encendidas. La idea gustó muchísimo y se empezaron a hacer representaciones en toda Italia.
En los siglos XIV y XV, en Nápoles, se hicieron las primeras figuras que representaban el nacimiento del Niño Dios. Posteriormente, con la llegada a América de los primeros misioneros, estas tradiciones se extendieron más.
De esta forma, para la Navidad de 1223 el santo realizó una representación viviente del Nacimiento de Jesús. Para ello preparó un establo e invitó a las personas del pueblo a hacer una representación real con pesebre y animales de verdad.
A esta actividad le llamó ‘crèche’, que significa ‘cuna’ en francés, y fue vista por hombres, mujeres y niños que se acercaron a ver la bellísima obra con sus antorchas encendidas. La idea gustó muchísimo y se empezaron a hacer representaciones en toda Italia.
En los siglos XIV y XV, en Nápoles, se hicieron las primeras figuras que representaban el nacimiento del Niño Dios. Posteriormente, con la llegada a América de los primeros misioneros, estas tradiciones se extendieron más.
Los pesebres vivientes o materiales invitan a reflexionar sobre la pobreza de la Sagrada Familia que nos llama a imitarle en auténtica sencillez evangélica, renunciando a los apegos materiales.
En las casas cristianas se sigue escogiendo un rincón especial para ubicar el pesebre dejando un espacio entre José y María para poner al Niño Dios el 25 de diciembre, generalmente a las 00:00 horas.
En las casas cristianas se sigue escogiendo un rincón especial para ubicar el pesebre dejando un espacio entre José y María para poner al Niño Dios el 25 de diciembre, generalmente a las 00:00 horas.