sábado, 22 de enero de 2022

María Santísima Reina de la Paz



"La Virgen Inmaculada asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial
fue ensalzada por el Señor como Reina universal, con el fin de que 
se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores 
y vencedor del pecado y de la muerte".

(Conc. Vat. II, Lumen gentium, n.59).

El 22 de agosto se celebra la festividad de Santa María Reina. Instituida por el Papa Pío XII en 1954 al coronar a la Virgen en la Basílica de Santa María la Mayor, Roma (Italia), diciendo: "En sumo honor sea el nombre de María… Empéñense todos en imitar, con vigilante y diligente cuidado, en sus propias costumbres y en su propia alma, las grandes virtudes de la Reina del Cielo y Madre nuestra amantísima. Consecuencia de ello será que los cristianos, al venerar e imitar a tan gran Reina y Madre, se sientan finalmente hermanos, y, huyendo de los odios y de los desenfrenados deseos de riquezas, promuevan el amor social, respeten los derechos de los pobres y amen la paz».

La reforma del Calendario Romano de Pablo VI decidió que se celebrara, con rango de memoria obligatoria, el 22 de agosto, octava de la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos, para manifestar claramente la conexión que existe entre la realeza de María y su asunción a los cielos.

Al ser Madre de Dios, María se ve adornada por Él con todas las gracias, preseas y títulos más nobles. Fue constituida Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y aún de los ángeles. Es tan Reina poderosa como Madre cariñosa, asociada como se halla en la obra redentora y a la consiguiente mediación y distribución de las gracias.

Los papas y Maria Reina

Pío XII, en su encíclica sobre la Realeza de María, exponía que el pueblo cristiano, desde los primeros siglos de la Iglesia, ha elevado suplicantes oraciones e himnos a la “Reina del Cielo”, tanto en sus tiempos de felicidad y alegría como en los de angustia y peligro; y que nunca falló la esperanza en la Madre del Rey divino, Jesucristo, ni languideció la fe que nos enseña que la Virgen María, Madre de Dios, reina en todo el mundo con maternal corazón, y está coronada con la gloria de la realeza en la bienaventuranza celestial.

El Papa Benedicto XVI mientras celebraba esta Fiesta en el 2012 dijo que María “es Reina precisamente amándonos y ayudándonos en todas nuestras necesidades, es nuestra hermana y sierva humilde".

El Papa Francisco escribió “María, Reina de la paz, ayúdanos a erradicar el odio y a vivir en armonía” y "María, Reina del Cielo, ayudanos a transformar el mundo según el designio de Dios".


Oración

Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.

Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua, intercede por nuestra paz y salud, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos.


Fuentes: https://opusdei.org/es-ar/article/santa-maria-reina-rezar-con-san-josemaria/

https://es.aleteia.org/daily-prayer/jueves-22-de-agosto/